septiembre 10, 2025 2 lectura mínima
Decorar la recámara siempre es emocionante: es ese espacio íntimo donde descansamos, soñamos y, claro, queremos que se vea acogedor y con estilo. Y dentro de esa decoración, los tapetes son un detalle que cambia por completo la vibra del cuarto.
Ahora bien, llega la gran pregunta: ¿me conviene un tapete estampado lleno de personalidad o uno liso y elegante? Vamos a comparar ambos estilos para ayudarte a decidir cuál se adapta mejor a ti y a tu recámara.
Los estampados tienen algo mágico: atraen miradas y levantan el ánimo del espacio.
Ventajas:
Se convierten en el protagonista de la recámara.
Pueden disimular mejor las manchas o el desgaste.
Añaden dinamismo, sobre todo si tu decoración es más neutra.
Ideal para ti si...
Eres de las que disfrutan cambiar cojines, colchas y accesorios de vez en cuando, porque un tapete estampado combina perfecto con ese juego creativo de colores.
Cuidado con...
Si tu recámara ya tiene muchos estampados (cortinas florales, colcha a rayas, cojines con figuras geométricas), un tapete con diseño puede hacer que todo luzca recargado.
Los tapetes lisos son como ese amigo confiable: siempre funcionan y nunca pasan de moda.
Ventajas:
Dan sensación de amplitud y orden.
Son fáciles de combinar con cualquier estilo de decoración.
Transmiten calma y serenidad, algo perfecto para dormir mejor.
Ideal para ti si...
Tu recámara ya tiene muchos detalles decorativos (cabecera llamativa, paredes de color, accesorios brillantes). El tapete liso ayudará a equilibrar el ambiente.
Cuidado con...
Los tonos muy claros y lisos pueden ensuciarse con más facilidad, así que piensa en tu estilo de vida: ¿tienes mascotas o sueles entrar con zapatos?
¡Sorpresa! No tienes que casarte con un solo estilo. Puedes:
Usar un tapete liso y jugar con cojines estampados.
O al revés: elegir un tapete con diseño y mantener colchas y accesorios en tonos sólidos.
Esta fórmula crea un equilibrio visual y te da más libertad para ir cambiando detalles con el tiempo.
Al final, tanto los tapetes estampados como los lisos tienen su encanto. Lo importante es que pienses en:
El tamaño de tu recámara (los estampados grandes pueden achicar espacios).
La luz natural (un tapete liso en tono claro puede iluminar aún más la habitación).
Tu estilo de vida (más práctico o más artístico).
Si quieres energía y movimiento, elige estampados.
Si buscas calma y versatilidad, apuesta por lisos.
Y si no te decides... ¡combina ambos estilos sin miedo!
Porque, al final, el tapete perfecto es aquel que hace que cada vez que entres a tu recámara pienses: “¡Qué bonito se ve mi espacio!”
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